Relaciones~El principito


馃尮Relaci贸n: principito-rosa
Es una relaci贸n de amor sincero. La rosa lo quer铆a profundamente, pero, as铆 mismo, exig铆a muchas cosas, cuidados, atenciones, y eso lo perjudica sin que ella lo note debido a su vanidad y coqueter铆a con 茅l, por lo tanto, el principito no se encontraba en condiciones de amarla como ella quer铆a. 脷nicamente la cuidaba, pero no ten铆a la madurez suficiente para afrontar la relaci贸n madura que la rosa quer铆a. Al principio era una relaci贸n s贸lida, pero se convirti贸 en l铆quida cuando ambos ten铆an intereses, prioridades y pensamientos completamente diferentes el uno del otro. Se inici贸 como una relaci贸n en la cual uno debe dar mucho m谩s que el otro, y se vuelve una relaci贸n de inter茅s, en d贸nde la rosa s贸lo espera cosas para ella, y no le remunera al principito sus esfuerzos.
El flechazo y la atracci贸n, se ve reflejado en la primera vez en la cual la rosa y el principito se ven, y la rosa se enamora perdidamente de el, al igual que la atracci贸n, en donde ambos inician sintiendo afecto por el otro, y el gusto surge cuando el se empieza a preocupar por ella, le explica su definici贸n de amar, y le pide que no solamente lo entienda, si no que lo viva, pero no alcanzan a tener una relaci贸n madura y amorosa, porque no hay sacrificio mutuo en la relaci贸n, y el principito no tiene la madurez suficiente para amar a la rosa, o por lo menos no como ella lo desea, como se puede ver reflejado en la frase: "No supe comprender nada entonces. Deb铆 haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Me perfumaba y me iluminaba. Deb铆 haber adivinado su ternura. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla."
Toda 茅sta relaci贸n inici贸 cuando el principito empez贸 a cuidar la rosa, a regarla y a no permitir que le sucediera nada malo. -Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto tambi茅n que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento.-


馃悈Relaci贸n: principito-zorro
La verdadera amistad no conoce distancias, frustraciones, ni limitaciones. 脡sta relaci贸n fuerte, sin intereses de por medio cierta coneccion y dependencia emocional del uno con el otro es lo que caracteriza 茅sta amistad. El zorro siempre espera su regreso, y se emociona solo con el hecho de saber que volver谩, lo espera desde mucho antes, y no espera nada m谩s, si no su compa帽铆a para ser feliz. Siendo una relaci贸n s贸lida. Se inici贸 como una amistad, y as铆 se mantuvo en toda la historia. La relaci贸n inicia cuando ambos pactan una hora para verse.  -Hubiera sido mejor -dijo el zorro- que volvieras a la misma hora. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, desde las tres comenzar茅 a ser feliz. Y cuanto m谩s avance la hora, m谩s feliz me sentir茅. A las cuatro ya estar茅 inquieto y preocupado; ¡y as铆, cuando llegues, descubrir茅 el precio de la felicidad-

馃憫Relaci贸n: rey-principito
Es una relaci贸n de entrega y resignaci贸n. Ya que el rey es sumamente dominante, haciendo que 茅ste no tolerara a aquellos que fueran en contra de su palabra. Pero, as铆 mismo, era justo, y su mandato no involucraba cosas perjudiciales. La resignaci贸n se ve reflejada en las relaciones cuando debemos aceptar al otro con sus debilidades y fortalezas, pero, en el momento en el que el otro se vea perjudicado. Ah铆 debe detenerse, y dialogar con el otro para que modifique su comportamiento. Se inici贸 como una relaci贸n de sumisi贸n por parte del principito, pero a medida de que fue conociendo al rey, se percat贸 de que sus mandatos eran justos, y finalmente, era su mundo, ellos iniciaron su relaci贸n con todas las ordenes que el rey le daba al principito, y se afianz贸 (aunque confundi贸 un poco) que lo convirtiera en su embajador-. Estos solo alcanzan a desarrollar una relaci贸n l铆quida, ya que el principito no comparte lo suficiente con el rey como para forjar lazos estrechos entre ellos.
  - Ah! He aqu铆 un s煤bdito, - exclam贸 el rey cuando divis贸 al principito.
Y el principito se pregunt贸: "C贸mo puede reconocerme si nunca me ha visto antes !"
No sab铆a que, para los reyes, el mundo est谩 muy simplificado. Todos los hombres son s煤bditos.
- Ac茅rcate para que te vea mejor - le dijo el rey, que estaba muy orgulloso de ser rey para alguien.
Referencia: Saint-Exup茅ry, Antoine de, El Principito, Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.: Barcelona, 2000. ISBN 8478886281

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